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viernes, 25 de diciembre de 2009

Santa Claus-San Nicolás

Durante la comida de Navidad, intentando digerir la cena del día anterior y la emoción de los regalos de Papá Noel, alguien hace el comentario "Papá Noel es un invento de la Coca-Cola", no tiene que ver nada con la Navidad... yo me quedo con la boca abierta, presionando el langostino que acabo de pelar. Me molestan las aseveraciones poco argumentadas, y si son del tipo "leí eso en alguna parte"... entonces ya me molesta bastante. Es como la teoría de que los Reyes Magos es una artimaña comercial de El Corte Inglés. Por eso quiero contar esta pequeña historia para los que la desconozcan o se empeñen en arruinar las ilusiones de algunos niños. Pero vayamos por partes:
San Nicolás de Bari murió en en año 345, hace más de 1.660 años. Nació en Licia (actual Turquía), de padres muy ricos.
Fue un santo con gran
generosidad hacia los niños, en su fiesta (6 de diciembre) se reparten dulces y regalos a los niños. En alemán se llama Sankt Nikolau, y después, en otros paises, se le llamó Santa Claus.
Al morir sus padres, él quedó heredero de una inmensa fortuna. Entonces repartió sus riquezas entre los pobres y se fue de monje a un monasterio. Después de visitar la Tierra Santa volvió a Turquía y llegó a la ciudad de Mira donde fue elegido obispo.

Es Patrono de Rusia, de Grecia y de Turquía.

Las antiguas historias de los niños y los regalos dieron lugar en Alemania, Suiza y Holanda a la costumbre de que San Nicolás traiga secretamente regalos para los niños el 6 de diciembre, día en que la Iglesia celebra su fiesta. Dicha costumbre fue popularizada en los Estados Unidos por los protestantes holandeses de la ahora Nueva York, que paganizaron al santo católico convirtiéndolo en un mago nórdico llamándolo “Santa Claus”: Cuando los holandeses colonizaron Nueva Amsterdam (la actual isla de Manhattan), erigieron una imagen de San Nicolás, e hicieron todo lo posible para mantener su culto y sus tradiciones en el Nuevo Mundo.

El hecho de que Washington Irving en 1809 denominase a este personaje "guardián de Nueva York" hizo que su popularidad se desbordase y contagiase a los norteamericanos de origen inglés, que comenzaron también a celebrar su fiesta cada 6 de diciembre, y que convirtieron el "Sinterklaas" o "Sinter Klaas" holandés en el "Santa Claus" norteamericano.

Pocos años después de la publicación del libro de Irving, la figura de Santa Claus había adquirido tal popularidad en la costa este de los Estados Unidos que, en 1823, un poema anónimo titulado A Visit of St. Nicholas ('Una visita de San Nicolás'), publicado en el periódico Sentinel ('El Centinela') de Nueva York, encontró una acogida sensacional y contribuyó enormemente a la evolución de los rasgos típicos del personaje. Aunque publicado sin nombre de autor, el poema había sido escrito por un oscuro profesor de teología, Clement Moore, que lo dedicó a sus numerosos hijos y nunca previó que un familiar suyo lo enviaría a un periódico Hasta el año 1862, ya octogenario, no reconocería Moore su autoría. Finalmente, Moore desplazó la llegada del simpático personaje del 6 de diciembre típico de la tradición holandesa, al 25 de ese mes, lo que influyó grandemente en el progresivo traslado de la fiesta de los regalos al día de la Navidad.

El 6 de diciembre de 1835, Washington Irving y otros amigos suyos crearon una sociedad literaria dedicada a San Nicolás, ello indica hasta qué extremo habían aceptado esta tradición holandesa los norteamericanos descendientes de otros grupos inmigrantes.

El otro gran contribuyente a la representación típica de San Nicolás en el siglo XIX fue un inmigrante alemán llamado Thomas Nast. Nacido en Landau (Alemania) en 1840, se estableció con su familia en Nueva York desde que era un niño, y alcanzó gran prestigio como dibujante y periodista. En 1863, Nast su primer dibujo de Santa Claus. El dibujo de Nast lo presentaba con figura próxima a la de un gnomo, en el momento de entrar por una chimenea. Nast pintó su abrigo de un color rojo muy intenso. No se sabe si fue él el primero en hacerlo, o si fue el impresor de Boston Louis Prang, quien ya en 1886 publicaba postales navideñas en que aparecía Santa Claus con su característico vestido rojo. La posibilidad de hacer grandes tiradas de tarjetas de felicitación popularizó aún más la figura de este personaje, que numerosas tiendas y negocios comenzaron por entonces a usar para fines publicitarios.

La segunda mitad del siglo XIX fue trascendental en el proceso de consolidación y difusión de la figura de Santa Claus. Por un lado, quedaron fijados (aunque todavía no definitivamente) sus rasgos y atributos más típicos. Por otra, se profundizó en el proceso de progresiva laicización del personaje. Efectivamente, Santa Claus dejó de ser una figura típicamente religiosa, asociada a creencias específicas de determinados grupos credenciales, y se convirtió más bien en un emblema cultural, celebrado por personas de credos y costumbres diferentes, que aceptaban como suyos sus abiertos y generales mensajes de paz, solidaridad y prosperidad. Por aquella época, hizo también su viaje de vuelta a Europa, donde influyó extraordinariamente en la revitalización de las figuras del "Father Christmas" o "Padre Navidad" británico, o del "Père Noël" o "Papá Noel" francés, que adoptaron muchos de sus rasgos y atributos típicos.

El último momento de inflexión importante en la evolución iconográfica de Santa Claus tuvo lugar con la campaña publicitaria de la empresa de bebidas Coca-Cola, en la Navidad de 1930. Como cartel anunciador de su campaña navideña, la empresa publicó una imagen de Santa Claus escuchando peticiones de niños en un centro comercial. Aunque la campaña tuvo éxito, los dirigentes de la empresa pidieron al pintor de Chicago (pero de origen sueco) Habdon Sundblom que remodelara el Santa Claus de Nast.

Por el cauce de las postales, cuentos, cómics, películas, etc. norteamericanas, la oronda figura de Santa Claus sigue ganando popularidad en todo el mundo, y hoy puede decirse que constituye la advocación más universal y conocida, y también la más laica y comercial, de todas las derivadas del San Nicolás de Bari que desde el siglo IV se ha considerado tradicional protector de los niños.

¿Si una tradición, costumbre, celebración, viene de Estados Unidos es mala?, no lo creo. Me hastían terriblemente los que reniegan de todo lo norteamericano, demuestran gran inseguridad , desconocimiento y apertura mental. Dejando a un lado nuestras creencias religiosas, que por suerte somos libres de elegirlas, hay tradiciones que nacen de los mestizajes culturales, que evolucionas y se asientan socialmente sin problemas. Bienvenido sea si es símbolo de mensajes de paz y amor.

FUENTES: Thomas Nast's Christmas Drawings for the Human Race (Nueva York, 1890).
WEISER, Francis X. Handbook of Christian Feasts and Customs (Nueva York, 1958).
RODRÍGUEZ, Pepe, Mitos y ritos de la Navidad: origen y significado de las celebraciones navideñas. (Barcelona, 1997).
J. M. Pedrosa. Julia Torregrosa.



viernes, 11 de diciembre de 2009

El mejor Portal de Belén

He visto muchos Nacimientos bonitos, pero ninguno como este, el que trajo Carlos a casa la otra tarde. Lo ha hecho en el cole con la ayuda de su profesora Encarna, todos los niños hicieron esta preciosidad para sus casas, unos artistas, sin duda.

martes, 1 de diciembre de 2009

El Nacimiento de Jesús en la pintura


Empecé a estudiar el tema de las representaciones pictóricas del Nacimiento de Jesús un poco por curiosidad. No he podido evitar poner como primera fotografía la inigualable Piedad de Miguel Angel, del fotógrafo Robert Hupka, por su belleza, perfección y por ser uno de los las piezas fundamentales de la iconografía católica clásica. Además, la escultura cierra el círculo del Nacimiento de Jesús y su muerte.
Poco después, me he quedado sorprendida de la enorme pinacoteca que abarca este tema. Muchísimos de los artistas clásicos (además de los pintores de iconos), han visto en este tema motivos de recreación de una belleza extraordinaria.
No podemos olvidar que el poder de la Iglesia Católica puso bajo sus órdenes a un verdadero ejército de tallistas, escultores,
arquitectos y pintores que crearon lo que hoy es parte de nuestro grandioso patrimonio artístico. Además, las creencias religiosas de los propios artistas y los encargos les impulsaban a plasmar en sus lienzos diferentes escenas Bíblicas.
No me voy a recrear en comentarios, dejo las imágenes para que los lectores del blog las disfruten, observando como según las épocas y estilos las pinturas iban cambiando a lo largo de los siglos.

Espero que sea de vuestro agrado y hagáis sugerencias de otros cuadros que seguro han quedado fuera.
* Las fechas que acompañan a los nombres de los pintores son, bien de la fecha de nacimiento y fallecimiento o, si la fecha es solo una, es la datación de la obra. Los cuadros están ordenados aleatoriamente.
Leonardo da Vinci (1481)

Giotto (1266-1337, pintura al fresco)

Lorenzo di Credi (1459-1537)

Pietro Cavallini (1291)

Bernanrdo van Orley (S. XV)

Mathias Stomer (datado en 1635)

Joseph Birkley (contemporáneo)

Simon Dewey (contemporáneo)

Durero (1471-1582)

Sandro Boticelli (1444-1510)

Joseph Brickey (contemporáneo)

El Greco (1541-1614)

Zurbarán (1598-1664)

Jay Bryant (contemporáneo)

Murillo (1617-1682)

Tiziano (1477-1566)

Juan Correa de Vivar (1510-1566)

Andrei Rublev (1360-1430)

Tiziano (1477-1576)

Hugo Van der Goes (1478)

Fra Angelico (S XV)

Rafael (1483-1520)

Andrei Rublev (icono 1360-1430)

Velázquez (1599-1660)

Correggio (1489-1534)

Tiziano (1477-1576)

Rafael Sanzio (1483-1520)

Hugo van der Goes (1476)

Correggio (1530)

Rafael Sanzio (1483-1520)

Kiko Argüedo (iconos 1936)

Como siempre, añado una imagen en vídeo, corresponde a una serie que hizo H Chanel, creo que os gustará para saber más sobre la historia del nacimiento de Jesús.

lunes, 30 de noviembre de 2009

El arte del Belén.


En muchos hogares, siguiendo la tracición de cientos de años, cuando llega la Navidad montamos nuestro Belén o Nacimiento. También se ha asentado la tradición ya de adornar la casa con guirnaldas, bolas, cintas, lucecitas y el Árbol (abeto decorado con más menos gusto) y otros objetos inverosímiles que nos recuerdan que llegan fechas de fiesta.
Los norteamericanos y el cine han influido mucho en el hecho de que sobrecarguemos nuestras casas y calles con objetos que nos trasportan a lugares nevados llenos de Papá Noel (San Nicolás), trineos y renos que desde luego no tienen mucho que ver con nuestra cultura mediterránea. En cualquier caso las culturas se funden, y dado que estamos en lo que algunos llaman una aldea global, bienvenidas sean estas ideas siempre que aporten algo de felicidad a quien las disfrutan.
Pero la esencia clásica está en el Belén, el tema de esta entrada.
La costumbre de escenificar el nacimiento del hijo de Dios durante los días de Navidad está, también, muy extendida en Latinoamérica, donde fue introducida por los colonizadores españoles.
El arte religioso ha escenificado el nacimiento de Jesús desde hace muchos siglos, principalmente en pinturas, esculturas y tallas de madera, para transmitir a los fieles cristianos cómo se produjo el nacimiento de Jesucristo.
Según diferentes fuentes, la primera representación del Portal de Belén se le atribuye a San Francisco de Asís y tuvo lugar en Italia a principios del siglo XIII d.C. Esta representación consistió en un Belén viviente, buey y mula incluidos. Esta costumbre se fue extendiendo por otras localidades y, finalmente, pasó a los hogares italianos, donde se realizaban los portales con figuras de diversos materiales.
Otras fuentes indican que la costumbre proviene del siglo XV, en Nápoles, donde se elaboró en barro, el primer conjunto de figuras del Belén. También que, durante el siglo XVIII, fué el rey Carlos III quién impulsó su extensión por España. Aunque los frailes franciscanos ya empezaban a difundirlos desde el siglo XIII. Durante el Renacimiento y el Barroco la decoración de los nacimientos se convirtió en un arte.
También se cree que la costumbre puede provenir de la existencia, en los antiguos hogares cristianos, de retablos o pequeños altares caseros, utilizados para las oraciones, en los que estarían colocadas las figuras del Misterio.
Hoy en día, las representaciones más sencillas se pueden basar en las figuras del Misterio de Navidad (formado por las tres figuras principales de cualquier Belén, es decir, el niño Jesús, pudiendo aparecer en el pesebre o en los brazos de su madre, la Virgen María y San José, acompañados éstos, o no, por el buey y la mula).

Tradicionalmente el Belén se monta el 8 de diciembre (fiesta de la Inmaculada) y se conserva hasta el 2 de febrero (presentación de Jesús en el Templo), actualmente el Belén se desmonta después del día 6 de enero, cuando acaban las fiestas navideñas, dudo también de que la fecha de montaje se respete.

  • Según la manera y estilo de representar los belenes, existen cuatro categorías:
    • Los bíblicos, que recrean el paisaje, los personajes, los enseres y las costumbres que había en Palestina en el momento del Nacimiento del Salvador.
    • Los populares, que son los realizados sin ajustarse a la historia y sin trabajar la perspectiva, donde alternan los materiales tradicionales como el corcho, el serrín, el papel de plata, las figuras de oficios desconocidos en Palestina como la castañera, los cerdos (animal impuro según las costumbres judías), árboles de plástico y la mezcla de figuritas de diversos tamaños sin ningún canon de armonía.
    • Los regionales que reproducen el paisaje, los personajes, las vestimentas, los utensilios y las costumbres del lugar donde se hacen.
    • Los modernos, así se denominan los construidos con materiales de diversa procedencia, como las conchas, el fieltro, botellas, etc., montando unas figuritas graciosas y artísticas sobre una base original.
  • Por su factura los belenes pueden ser de dos clases:
    • Abiertos, que son los visibles al menos por tres de sus caras o lados, situados más bajos que el punto de vista del espectador, sin estar rematados por celaje alguno, ni techo ni armazón que lo cierre, sino, en todo caso, por un telón liso de fondo.
    • Cerrados los dotados de un cerramiento exterior (cajón, estructura metálica o de madera, cortinajes, etc.), que encierran el belén dejando como única vista un frente, a través de una embocadura, donde vemos todo como un paisaje cerrado provisto de perspectiva, como en un teatro, y cuyo realismo supera con mucho a los belenes abiertos.
  • Por su tamaño se clasifican en tres modalidades:
    • Nacimientos grandes, aquéllos que Bíblicos o no, superan el metro y medio de frente, ocupando una habitación, gran parte de un salón o todo el rincón de una iglesia.
    • Monumentales, los que generalmente construidos en el exterior, aprovechando incluso rincones naturales de un terreno, ocupan una superficie grande y suelen ser obra de varios artistas.
    • Dioramas, que son reproducciones a escala reducida de escenas de los Nacimientos Bíblicos, enmarcados en un cajón cúbico, construidos con sujeción a unas normas o cánones, con una sola embocadura y un montaje sencillo pero muy efectista de luz y color.
  • Por los personajes empleados tenemos dos clases de nacimiemtos:
    • Los vivientes, en que personas reales desarrollan las diferentes escenas del belén, incluso con la participación o no de animales vivos y vegetación natural.
    • Los tradicionales, en que son figuras talladas en diferentes materiales las empleadas en todas las escenas.
    Cada uno de nosotros tiene una idea de "su" Belén ideal. Personamente prefiero el Nacimiento simple, con la Virgen, el Niño Jesús y San José. Pronto será tiempo de colocarlo en algún lugar especial de la casa.
  • Recomiendo la página http://www.belenistasdelaisla.com hay mucha información, fotografías y enlaces con otras asociaciones.
  • Jesús Griñán, artista belenista.
  • Fundació March (ver con detalle un auténitco Belén Napolitano con más de dos mil personajes).
(Fuentes: varias + wikipendia)