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martes, 5 de febrero de 2013

El Equipo Crónica



Muchos de ustedes, a los que más o menos les interesa el mundo de la pintura, conocerán al Equipo Crónica

Antes de seguir escribiendo, me gustaría pedirles a los que solo les gusta la pintura clásica figurativa, que hagan un ejercicio con este post, y den su oportunidad a otro tipo de lenguaje visual, aunque solo sea por unos minutos.

Como introducción haré una breve mención a lo que es el Pop Art, ya que así podremos situarnos mejor en un movimiento artístico que se inició en los años 50. Surgió de algunos artistas como una reacción en contra del expresionismo abstracto.



"Composición nº 1" J. Pollock (Técnica mixta sobre lienzo, 1950)Cuadro representativo del expresionismo abstracto

 Los pintores de arte pop, consideraban que el expresionismo abstracto no era entendible para la persona común. El Pop Art se caracterizó por utilizar temas y técnicas basados en la cultura popular de producción masiva como publicidad, cómics, y otros objetos culturales. 

 El movimiento nació en Londres, con una obra de Richard Hamilton llamada “¿Qué es lo que hace de los hogares de hoy en día tan diferentes, tan divertidos?”, un collage considerado la primera obra del Pop Art. Ya se pueden imaginar que en los años 50 este cuadro llamara la atención de muchos.

Cuando yo estudiaba Bellas Artes, las imágenes del Pop Art nos resultaban muy atractivas, seguramente en ese momento desconocíamos el sentido que aquellos pintores habían dado a sus obras, aparentemente sencillas. 

 En 1952, se creó en Londres, el Independent Group, considerado el precursor del Pop Art.

Era un conjunto de artistas jóvenes, incluyendo pintores, escultores, arquitectos, escritores y críticos que desafiaron la corriente modernista que prevalecía en la época y también lo que tradicionalmente las personas consideraban como Bellas Artes. 

Todos sus integrantes, entre los que se encontraban Paolozzi (cuadro de la izquierda), Hamilton y Alloway, fueron motivados por un gran interés en la cultura urbana de producción masiva como las películas, la música pop, la publicidad, etc. 




 En cuanto al Pop Art de Estados Unidos, comenzó al finalizar la década de 1950, y tuvo una gran fuerza en la década de 1960, a pesar de que fue muy criticado debido a la importancia que tenía en todo aspecto artístico, el expresionismo abstracto.

 El Pop Art norteamericano adoptó muchos elementos del arte moderno y tuvo un nivel muy sofisticado. Se diferenció del Pop Art británico por ser mucho más agresivo y con mayor fuerza, mientras el británico se enfocaba más en lo sentimental y humorístico. 

Destacaron artistas como Jasper Johns y Robert Rauschenberg, como los precursores del movimiento, y otros como Roy Lichtenstein, Andy Warhol (cuadro de arriba), Roy Rosenquist y Tom Weselman, entre otros. 

 Los artistas del Pop Art se caracterizaron por pintar o utilizar en lenguaje figurativo, temas tomados de la sociedad de consumo. Usó imágenes que antes se consideraban indignas para el arte como publicidad, carteles, revistas, periódicos, botellas de bebidas como la coca-cola, paquetes de cigarros, imágenes del cine o la televisión, etc. 


 El Equipo Crónica estaba formado por los pintores valencianos Manolo Valdés (1942) y Rafael Solbes (1940-81), y son el grupo artístico más representativo del Pop Art en España.


Fotógrafo: Paco Alberola


Inicialmente fueron nueve los pintores que fundaron este grupo, pero fueron los que hemos nombrado los que consolidaron y trabajaron hasta el fallecimiento de Solbes.

Rompieron con los estilos establecidos, apostando por el movimiento Pop que proliferaba en aquella época en Europa. Era una apuesta figurativa, con marcado mensaje crítico.

Concetración o la cantidad se transforma en calidad (Equipo Crónica. 1966. Acrílico sobre lienzo. 160 x 160 cm)

Valdés y Solbes decidieron renunciar a sus carreras por separado para trabajar juntos  -cosa que no es nada habitual- , con un lenguaje que seguía las estelas de Eduardo Arroyo, Recalcati o Aillaud.


Eduardo Arroyo

El Equipo Crónica trabajó sobre imágenes de la pintura española del Siglo de Oro con el fin de criticar y desmitificar la cultura del momento. Esta etapa denominada La recuperación, es el inicio de sus trabajos en series o en grupos de obras en torno a un tema central. Realizan diecinueve series entre las que destacan: Autopsia de un oficio (1970), compuesta por treinta y tres pinturas en torno a la propia actividad de pintar, cuyo eje principal son Las Meninas de Velázquez, tema recurrente en la obra posterior de Manolo Valdés y Oficios y oficiantes (1973), en la que retoman con diecinueve obras la pintura clásica, en la búsqueda de un cierto academicismo que les acerque al espectador.


La salita o Las Meninas Acrílico sobre lienzo


 Para ambos artistas, una imagen procedente del cine, el cómic o las revistas ilustradas tenía idéntico valor que una reproducción gráfica de una pintura de Velázquez, Van Gogh o Picasso. El Equipo Crónica proyectará su mirada irónica y  crítica, sobre la realidad de la época.

Seguidamente algunas fotografías de sus cuadros, en los enlaces finales pueden ampliar la información sobre estos pintores y su trayectoria.


La derrota de Samotracia


Si bien utilizaron el Arte Pop como motivo principal de su obra, en ésta aparece también  toques de realismo, que contrastan vivamente con el eje central de su estilo. Este contraste, junto con algún que otro toque personal, dan a su obra un carácter distinto al Art Pop de Warhol, por ejemplo, consiguiendo una obra muy pegada a su país y a la realidad que estaba viviendo en esos momentos. Evidentemente, y referido a nuestro país, también rompe en muchos sentidos con lo que representaba el Grupo el Paso y plasman una obra más cercana al gran público, menos compleja.



Escuela de París

Uno de sus mayores éxitos fue sortear a la censura, aún ofreciendo una imagen de España bastante distinta a la oficial, gracias a su mezcla extraña de personajes, sentido del humor y, porque no decirlo, a la incapacidad de muchos de los censores para comprender el mensaje subliminal, que describía, a veces con crudeza, a un  país en plena dictadura o intentando salir de ella.

La pintura del Equipo Crónica se hizo muy conocida entre los "modernos" de los años 60 y 70 en España. Se diferenciaban del pop americano o inglés por tener un trasfondo de crítica social, con gags políticos y mensajes antifranquistas sin duda necesarios en aquella época en nuestro país. Era una pintura con desparpajo, que llegaba rápidamente al espectador, sin ser aparentemente ofensiva a nadie.


"Cuatro hombres, tres mujeres y tres nenes hacen una familia"




Simetrías


La pincelada



Deformación profesional


El huevo de Pascua



Menina

 

Rafael Solbes falleció en 1981, Manolo Valdés continuó con su carrera, siendo un artista reconocido a nivel internacional.



Fuentes: Museu Fundació Juan March, Klandestinos (en este enlace pueden encontrar muchísima información cronológica del Equipo Crónica), Todocolección, http://www.equipocronica.com/, Arte España, Enseñ-arte, Incómodo.





Espero que les guste.

Saludos y hasta pronto


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Douglas Hoover, me gusta su azul

Hace unos días Douglas Hoover se hizo seguidor de este blog. Cuando tengo tiempo, me gusta asomarme en los blogs de los nuevos seguidores, y ver a qué tipo de personas les interesa lo que publico.

Con el Sr Hoover quedé gratamente sorprendida. Es un pintor Norteamericano, autodidacta, que se ha formado y trabajado en diversas vertientes creativas.

Sus cuadros son de temática sencilla, capturas de lugares y momentos, de esos colores concretos que solo se pueden contemplar en un pequeño espacio de tiempo, en una escena cotidiana. Es un tipo de pintura muy del gusto norteamericano, un realismo inmediato, fresco, en el que el cuadro relata un tema cercano.

Los cuadros de Douglas Hoover me han transmitido dos sensaciones: paz y optimismo. No pretende la filigrana ni el preciosismo, no engaña, capta la sencillez con sencillez.





Esa inmediatez de sus pinturas es la que me ha atrapado. Los cuadros no son como imágenes fotográficas, ya que Hoover da un valor añadido a la escena, con sus colores brillantes, algo imaginarios, en ocasiones llevados al límite, dentro de lo que permite el arte figurativo.

Son escenas sencillas, paisajes pequeños, asomándose de vez en cuando algún toque naif o tal vez demasiado ingenuo en cuanto a técnica se refiere.


















































Espero que les guste.

Saludos y hasta pronto.




domingo, 7 de octubre de 2012

Botero, mucho más que gordas

Esta mañana he escuchado una entrevista radiofónica al pintor Fernando Botero. No sé si he hablado de él en alguna ocasión, tal vez por pura ignorancia por mi parte. Popularmente el colombiano Botero es conocido como el pintor "de gordos y gordas", y según he deducido por sus palabras esto no es lo que realmente le gustaría... porque las mujeres orondas son realmente una muestra de volúmenes, una excusa.
Botero ha hablado de su necesidad de pintar, todos los días, incansablemente, de su necesidad de seguir aprendiendo, y realmente me ha parecido una muestra de humildad extraordinaria. Quiero advertir que la calidad de las fotografías de este post no es muy buena, pero no he sabido mejorarla.
 

No he sido seguidora de la obra de Fernando Botero, aunque me he topado con ella continuamente, ya que la amabilidad de sus imágenes son apropiadas para múltiples gustos, así que se ha reproducido una y mil veces en todo tipo de objetos.
Siempre me pareció un estilo "simpático", algo naif, tengo un par de libros con sus cuadros por casa, incluso un póster de su famosa bailarina cuelga de alguna pared... Pero nunca me había parado realmente a mirar bien sus pinturas, y hoy lo he hecho. Tiene una obra muy prolífica, retrato de un trabajador incansable.


Botero ha realizado grandes series temáticas a lo largo de los años, lo sigue haciendo en la actualidad. Dice que no acaba una serie hasta que ya no tiene más que decir sobre un tema, lo estudia y lo refleja en multitud de lienzos.




La última serie que está exponiendo ha sido el Viacrucis o La Pasión de Cristo:

 







Viendo estas imágenes, sigo dudando... me siguen pareciendo simpáticas, pero no acabo de captar esa maestría de la que hablaba esta mañana el pintor. Seguramente son esas imágenes rechonchas o los colores planos y brillantes que no se corresponden al concepto clásico de un Via Crucis. Tal vez esta sea la serie menos acertada de las que he podido ver.

Segunda caída de Cristo, Raúl Berzosa 2010

Via Crucis, El Greco



Hay otras muchas series, por ejemplo la de los temas Taurinos, o la serie del Circo que personalmente me parecen mucho más interesantes y acertadas que las del Viacrucis. Me encantaría ver los cuadros de Botero en directo, porque tengo la sensación de que deben ganar mucho con respecto a las fotografías:
























Punto y aparte es la serie sobre caballos, me atrae su análisis de los volúmenes, la forma aparentemente simple de resolverlos sobre el lienzo.


Pedrito sobre el caballo (retrato del hijo fallecido)
















Enlazando con el tema de los caballos, hay que destacar su obra escultórica, tal y como él mismo ha dicho, será la más perdurable. La rotundidad de las formas de Botero se refleja perfectamente en las esculturas, los enormes bronces son una de las vertientes artísticas más conocidas del autor.

















Les dejo un vídeo que seguro les gustará, es sobre la exposición del Museo del Palacio de Bellas Artes que se celebró este año. En él podemos contemplar la enorme cantidad de cuadros de los que podemos disfrutar, la variedad de temas, y el brillo de los colores de su paleta. Me parece una obra optimista, llena de vida, positiva, y eso siempre es de agradecer:







BIOGRAFÍA DE FERNANDO BOTERO 

Nacido en Medellín (Colombia) en 1932, Fernando Botero fue el segundo de los tres hijos de la pareja formada por David Botero Mejía y Flora Angulo de Botero. Aunque en su juventud estuvo durante un corto lapso de tiempo en la Academia de San Fernando en Madrid y en la de San Marcos en Florencia, su formación artística fue autodidacta. Sus primeras obras conocidas son las ilustraciones que publicó en el suplemento literario del diario El Colombiano, de su ciudad natal.

A los 19 años viajó a Bogotá, donde hizo su primera exposición individual de acuarelas, gouaches, tintas y óleos en la Galería Leo Matiz, y con lo recaudado vivió algún tiempo en Tolú. De su estancia allí saldría el óleo Frente al mar, con el que obtuvo el segundo premio de pintura, consistente en dos mil pesos, en el IX Salón Anual de Artistas Colombianos. El crítico Walter Engel, en El Tiempo del 17 de agosto de 1952, encontró que tenía "una composición vigorosa, bien construida y bien realizada", pero el escritor Luis Vidales lo criticó por su "inconceptual alargamiento de las figuras".
Viajó entonces Botero a Europa, donde residió por espacio de cuatro años, principalmente en Madrid, Barcelona, París y Florencia. Aunque ingresó en las academias mencionadas, siguió formándose a base de leer, visitar museos y, sobre todo, pintar, como él mismo diría. Luego viajó a México, Nueva York y Washington en un período de febril creación y escasos recursos económicos, acompañado de su esposa Gloria Zea. De nuevo en Colombia, Botero compartió el segundo premio y medalla de plata en el X Salón de Artistas Colombianos, con Jorge Elías Triana y Alejandro Obregón. Su óleo Contrapunto fue alabado por los críticos unánimemente, por su alegría contagiosa.
La camera degli sposi obtuvo el primer premio en el XI Salón Nacional celebrado en septiembre de 1958. En esta obra Botero logró deshacerse de una lejana influencia del muralismo mexicano y dirigirse, sin titubeos y por medio de su admiración a los artistas del Renacimiento italiano, hacia la consolidación de lo que alguien llamó el "boteroformismo". 
Entre 1961 y 1973 fijó su residencia en Nueva York. Luego viviría en París, alternando su residencia en la capital francesa con largas estancias en Pietrasanta o su finca en el pueblo cundinamarqués de Tabio. Hacia 1964, Fernando Botero hizo sus primeras incursiones en el campo escultórico con obras como Cabeza de obispo, figura que, hecha en pasta de aserrín y con ojos de vidrio, tenía claras reminiscencias de la imaginería colonial barroca. A partir de 1975, en Pietrasanta, se dedicaría a la escultura con entusiasmo: "Parecía como si todo ese universo de figuras monumentales que fue desarrollando en la pintura -escribe Escallón- hubieran encontrado total eco en la tridimensionalidad. Hoy en día, la una alimenta a la otra. Gran parte de la riqueza imaginativa viene de la pintura, que le da ideas, soluciones, posibilidades... Botero desarticula la estructura pictórica para sintetizar la forma en una unidad escultórica".
En 1977 expuso sus bronces por primera vez en el Grand Palais de París. Tras cuatro decenios de labor ininterrumpida, su reconocimiento en el campo escultórico se hizo también universal. Apoteósica fue la exposición de sus enormes esculturas en los Campos Elíseos en París durante el verano de 1992, y en el año siguiente en la Quinta Avenida de Nueva York, en Buenos Aires y en Madrid.
Convertido ya en uno de los artistas vivos más cotizados del mundo, Botero no ha dejado nunca, sin embargo, de alzar la voz contra la injusticia y de mantener su arte en línea con la realidad histórica y social. Sirve para ilustrarlo una de sus más recientes series pictóricas, la que realizó sobre las torturas cometidas por los marines en la cárcel iraquí de Abu Ghraib (2003), en el marco de la ocupación norteamericana de Iraq. Presentada en 2005 en el Palacio Venecia de Roma, la fuerza turbadora de esta colección de cincuenta lienzos atestiguó además que el pulso y la creatividad del artista no ha menguado en absoluto con los años.





Espero que les haya gustado esta entrada.

Pasen una estupenda semana.

Saludos y hasta pronto.