En muchos hogares, siguiendo la tracición de cientos de años, cuando llega la Navidad montamos nuestro Belén o Nacimiento. También se ha asentado la tradición ya de adornar la casa con guirnaldas, bolas, cintas, lucecitas y el Árbol (abeto decorado con más menos gusto) y otros objetos inverosímiles que nos recuerdan que llegan fechas de fiesta.
Los norteamericanos y el cine han influido mucho en el hecho de que sobrecarguemos nuestras casas y calles con objetos que nos trasportan a lugares nevados llenos de Papá Noel (San Nicolás), trineos y renos que desde luego no tienen mucho que ver con nuestra cultura mediterránea. En cualquier caso las culturas se funden, y dado que estamos en lo que algunos llaman una aldea global, bienvenidas sean estas ideas siempre que aporten algo de felicidad a quien las disfrutan.
Pero la esencia clásica está en el Belén, el tema de esta entrada.
La costumbre de escenificar el nacimiento del hijo de Dios durante los días de Navidad está, también, muy extendida en Latinoamérica, donde fue introducida por los colonizadores españoles.
El arte religioso ha escenificado el nacimiento de Jesús desde hace muchos siglos, principalmente en pinturas, esculturas y tallas de madera, para transmitir a los fieles cristianos cómo se produjo el nacimiento de Jesucristo.
Según diferentes fuentes, la primera representación del Portal de Belén se le atribuye a San Francisco de Asís y tuvo lugar en Italia a principios del siglo XIII d.C. Esta representación consistió en un Belén viviente, buey y mula incluidos. Esta costumbre se fue extendiendo por otras localidades y, finalmente, pasó a los hogares italianos, donde se realizaban los portales con figuras de diversos materiales.
Otras fuentes indican que la costumbre proviene del siglo XV, en Nápoles, donde se elaboró en barro, el primer conjunto de figuras del Belén. También que, durante el siglo XVIII, fué el rey Carlos III quién impulsó su extensión por España. Aunque los frailes franciscanos ya empezaban a difundirlos desde el siglo XIII. Durante el Renacimiento y el Barroco la decoración de los nacimientos se convirtió en un arte.
También se cree que la costumbre puede provenir de la existencia, en los antiguos hogares cristianos, de retablos o pequeños altares caseros, utilizados para las oraciones, en los que estarían colocadas las figuras del Misterio.
Hoy en día, las representaciones más sencillas se pueden basar en las figuras del Misterio de Navidad (formado por las tres figuras principales de cualquier Belén, es decir, el niño Jesús, pudiendo aparecer en el pesebre o en los brazos de su madre, la Virgen María y San José, acompañados éstos, o no, por el buey y la mula).Pero la esencia clásica está en el Belén, el tema de esta entrada.
La costumbre de escenificar el nacimiento del hijo de Dios durante los días de Navidad está, también, muy extendida en Latinoamérica, donde fue introducida por los colonizadores españoles.
El arte religioso ha escenificado el nacimiento de Jesús desde hace muchos siglos, principalmente en pinturas, esculturas y tallas de madera, para transmitir a los fieles cristianos cómo se produjo el nacimiento de Jesucristo.
Según diferentes fuentes, la primera representación del Portal de Belén se le atribuye a San Francisco de Asís y tuvo lugar en Italia a principios del siglo XIII d.C. Esta representación consistió en un Belén viviente, buey y mula incluidos. Esta costumbre se fue extendiendo por otras localidades y, finalmente, pasó a los hogares italianos, donde se realizaban los portales con figuras de diversos materiales.
Otras fuentes indican que la costumbre proviene del siglo XV, en Nápoles, donde se elaboró en barro, el primer conjunto de figuras del Belén. También que, durante el siglo XVIII, fué el rey Carlos III quién impulsó su extensión por España. Aunque los frailes franciscanos ya empezaban a difundirlos desde el siglo XIII. Durante el Renacimiento y el Barroco la decoración de los nacimientos se convirtió en un arte.
También se cree que la costumbre puede provenir de la existencia, en los antiguos hogares cristianos, de retablos o pequeños altares caseros, utilizados para las oraciones, en los que estarían colocadas las figuras del Misterio.
Tradicionalmente el Belén se monta el 8 de diciembre (fiesta de la Inmaculada) y se conserva hasta el 2 de febrero (presentación de Jesús en el Templo), actualmente el Belén se desmonta después del día 6 de enero, cuando acaban las fiestas navideñas, dudo también de que la fecha de montaje se respete.
- Según la manera y estilo de representar los belenes, existen cuatro categorías:
- Los bíblicos, que recrean el paisaje, los personajes, los enseres y las costumbres que había en Palestina en el momento del Nacimiento del Salvador.
- Los populares, que son los realizados sin ajustarse a la historia y sin trabajar la perspectiva, donde alternan los materiales tradicionales como el corcho, el serrín, el papel de plata, las figuras de oficios desconocidos en Palestina como la castañera, los cerdos (animal impuro según las costumbres judías), árboles de plástico y la mezcla de figuritas de diversos tamaños sin ningún canon de armonía.
- Los regionales que reproducen el paisaje, los personajes, las vestimentas, los utensilios y las costumbres del lugar donde se hacen.
- Los modernos, así se denominan los construidos con materiales de diversa procedencia, como las conchas, el fieltro, botellas, etc., montando unas figuritas graciosas y artísticas sobre una base original.
- Por su factura los belenes pueden ser de dos clases:
- Abiertos, que son los visibles al menos por tres de sus caras o lados, situados más bajos que el punto de vista del espectador, sin estar rematados por celaje alguno, ni techo ni armazón que lo cierre, sino, en todo caso, por un telón liso de fondo.
- Cerrados los dotados de un cerramiento exterior (cajón, estructura metálica o de madera, cortinajes, etc.), que encierran el belén dejando como única vista un frente, a través de una embocadura, donde vemos todo como un paisaje cerrado provisto de perspectiva, como en un teatro, y cuyo realismo supera con mucho a los belenes abiertos.
- Por su tamaño se clasifican en tres modalidades:
- Nacimientos grandes, aquéllos que Bíblicos o no, superan el metro y medio de frente, ocupando una habitación, gran parte de un salón o todo el rincón de una iglesia.
- Monumentales, los que generalmente construidos en el exterior, aprovechando incluso rincones naturales de un terreno, ocupan una superficie grande y suelen ser obra de varios artistas.
- Dioramas, que son reproducciones a escala reducida de escenas de los Nacimientos Bíblicos, enmarcados en un cajón cúbico, construidos con sujeción a unas normas o cánones, con una sola embocadura y un montaje sencillo pero muy efectista de luz y color.
- Por los personajes empleados tenemos dos clases de nacimiemtos:
- Los vivientes, en que personas reales desarrollan las diferentes escenas del belén, incluso con la participación o no de animales vivos y vegetación natural.
- Los tradicionales, en que son figuras talladas en diferentes materiales las empleadas en todas las escenas.
- Recomiendo la página http://www.belenistasdelaisla.com hay mucha información, fotografías y enlaces con otras asociaciones.
- Jesús Griñán, artista belenista.
- Fundació March (ver con detalle un auténitco Belén Napolitano con más de dos mil personajes).
(Fuentes: varias + wikipendia)
2 comentarios:
Hola!! q entrada tan bonita... muy apropiada ahora q viene la Navidad... me ha encantado!!!
Bstos
Hola Julia!! Muchas gracias por tu visita!!!
He estado viendo tu blog y es muy interesante para todos los que amamos el arte, esta última entrada está muy buena.
Y tengo que felicitarte por tu galeria de pinturas, realemnte sos una gran artista, sabés trasmitir a través de la pintura!!!
Un abrazooo!! Ya soy tu seguidora. Ale
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