sábado, 24 de noviembre de 2012

Lo que ves tu, no lo veo yo



Hace unos días me operaron de la vista de mi ojo derecho, de la mala vista. Después de años llevando gafas, parece que ahora podré prescindir de ellas, o al menos no llevar los gruesos e incómodos cristales.



Después de la operación, durante unos días, la visión de ese ojo ha sido borrosa. Por primera vez, sobre todo durante las primeras horas, he experimentado lo que deben sentir las personas con alta deficiencia visual o las ciegas. Es terrible. Una sensación de indefensión difícil de explicar. He sido consciente de algo tan obvio como la dependencia de los sentidos. Hasta que no experimentamos nosotros mismo ciertas sensaciones, no somos capaces de ponernos en el lugar de los demás.


Y he descubierto algo sorprendente: los colores que veía antes no son los que voy a ver a partir de ahora. Es como si todo se hubiese iluminado con una luz blanca. 

Para que me comprendan mejor, el cristalino de mi ojo -por el paso de los años- se había "amarilleado", por ese motivo yo percibía los colores potenciando los amarillos y desvirtuaba la percepción global de los otros colores. Eliminaron el cristalino y colocaron una lente nueva, una lente intraocular. Sin embargo, mi cerebro reajustaba la información, como si la fuente de color fuese blanca (es lo que se llama equilibrado de blancos en las cámaras digitales).



Así que evidentemente, lo que yo veo, los colores que yo veo, no son los mismos que ve otra persona... qué cosas. Ahora entiendo el alivio que deben sentir las personas operadas de cataratas.

Me pregunto si la opinión que tenemos sobre las imágenes, sobre la intensidad de los colores, nos harían cambiar la opinión sobre ciertas cosas, por ejemplo sobre las obras de arte. El azul que yo veo no es el mismo que ve usted.

En fin, queda la operación del segundo ojo, tendremos paciencia y veremos el mundo con algunos matices diferentes.

Por cierto, si hay algún lector que sepa de óptica estaré encantada de que nos amplíe la información, porque creo que es muy interesante. Si pudiese ampliaría muchos datos, pero no quiero forzar la vista estos días.

Buen fin de semana.

Saludos y hasta pronto.


miércoles, 21 de noviembre de 2012

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Douglas Hoover, me gusta su azul

Hace unos días Douglas Hoover se hizo seguidor de este blog. Cuando tengo tiempo, me gusta asomarme en los blogs de los nuevos seguidores, y ver a qué tipo de personas les interesa lo que publico.

Con el Sr Hoover quedé gratamente sorprendida. Es un pintor Norteamericano, autodidacta, que se ha formado y trabajado en diversas vertientes creativas.

Sus cuadros son de temática sencilla, capturas de lugares y momentos, de esos colores concretos que solo se pueden contemplar en un pequeño espacio de tiempo, en una escena cotidiana. Es un tipo de pintura muy del gusto norteamericano, un realismo inmediato, fresco, en el que el cuadro relata un tema cercano.

Los cuadros de Douglas Hoover me han transmitido dos sensaciones: paz y optimismo. No pretende la filigrana ni el preciosismo, no engaña, capta la sencillez con sencillez.





Esa inmediatez de sus pinturas es la que me ha atrapado. Los cuadros no son como imágenes fotográficas, ya que Hoover da un valor añadido a la escena, con sus colores brillantes, algo imaginarios, en ocasiones llevados al límite, dentro de lo que permite el arte figurativo.

Son escenas sencillas, paisajes pequeños, asomándose de vez en cuando algún toque naif o tal vez demasiado ingenuo en cuanto a técnica se refiere.


















































Espero que les guste.

Saludos y hasta pronto.